martes, 22 de marzo de 2016

Articulo Revista Miserere 2016



Un año más, la tradición vuelve a cautivar los corazones de cada uno de los vecinos de nuestro pueblo.

Un año más familiares vendrán para compartir estos días, los más importantes del pueblo con sus gentes, fieles a la costumbre de proceder a recordar, lo que fue esa  Semana de Pasión.

Un año más, nuestras Santas Imágenes, tocarán el cielo de nuestro pueblo, al replique de sus campanas, anunciándonos que lo más grande que tenemos, se encuentra desfilando por las calles de Albendín.

Un año más, la emoción y el sentimiento, rebosará nuestros corazones….

En Vos confié y en Vos confío
Contra toda
Esperanza
Y seguro estoy que no quedaré
Confundido.

Sírvame estos versos, fragmento de una oración, para dar el correspondiente saluda a cuantas personas nos acompañarán un año más, en esta nuestra Semana Grande, muchos de ellos, haciendo un arduo viaje, para estar fiel a su cita primaveral con la tradición máxima que tenemos.

Cada año, es distinto al anterior, y aunque no lo parezca, son tantas las vivencias que se pueden tener y sentir, en apenas una semana, totalmente distintas de un año para otro, que es lo que hace según mi punto de vista, la grandeza de esta Semana Grande, que no caiga en la rutina.

Como si de una carrera contrarreloj se tratara, se empiezan a preparar arreos, túnicas, y cuanto ornamento sea necesario en cada una de las diversas hermandades y cofradías de nuestro pueblo, con el fin de engalanar y darle el máximo esplendor a nuestra Semana Santa.

Nuestra Hermandad, espera impaciente que llegue el Jueves Santo, para que nuestra madre, cuando la oscuridad empieza a cubrir nuestras calles, ella, nuestra estrella, nos dé la luz, que ilumine nuestra noche de Albendín.

Apenas dos horas estás en la calle, apenas dos horas paseas por tu pueblo, pero en solamente esas dos horas, nos haces sentirnos dichosos, cobijados bajo tu manto, y bendecidos para todo el año.

Pero aquellos que bien ya no estén con nosotros, o que por diversos motivos no van a poder acompañarte en ese día, Madre mía, tenlos siempre contigo.

Que me la paren delante,
Que la mire y me embelese
Que me emborrache de luces
Y me embriague su duende
Que me de tiempo de verla
Y de sentir que me envuelve
Y de encontrarme prendido
Ya sin remedio de sus redes
Que me de tiempo a rezarle
Como si tiempo no hubiese
….  (Francisco Javier Segura Márquez)


Desde la Hermandad de la Virgen de la Esperanza, os deseamos que paséis unos inolvidables días de Pascua, y participéis activamente de ellos. Seguro que merece la pena.


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